En 1998, la ciudad de Oaxaca cumplía dos años que tenia béisbol profesional con los Guerreros, quienes llevaban grandes emociones a una ciudad que, con su cultura, tradición, gastronomía, su gente, sólo le falta el béisbol profesional.
Rápidamente en su historia, el club bélico comenzaba a hacer historia en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), y fue en el año de 1998, cuando llegó el primer y hasta el momento el único campeonato en la organización, el cual llegaba de una forma tan rara e impresionante, con muchas dudas al principio, pero con un resultado que volteó a toda la verde Antequera en ese momento.
Guerreros que en su tercer temporada en la LMB, tomaba la gran decisión de darle la oportunidad de debutar como manager, a quien ya en ese entonces, era un referente en nuestra pelota mexicana, hablamos del “Almirante” Nelson Barrera Romellón, que además de vivir su primer experiencia como dirigente de un equipo, tendría la oportunidad de seguir jugador y así, empatar y superar el récord de más cuadrangulares en el circuito veraniego, el cual tenia el gran Héctor Espino.
La temporada iniciaba y los Guerreros de Oaxaca culminaban la misma con un récord de juegos ganados y perdidos de 68-50 y así, entrar como el tercer lugar de la zona Centro, quedando en primero Diablos Rojos del México y segundo los Tigres Capitalinos; el primer objetivo bélico, eran los escarlatas, quienes todos veían como los campeones en ese año.
Parece ser que desde ese 1998, las series de Oaxaca y México, fuera que tienen un toque “familiar”, cuentan también como una de las rivalidades más interesantes en nuestra pelota; en el 98´ Guerreros quería pelear contra la historia y en una serie que se definió en 6 juegos, los bélicos terminaron por doblegar a uno de los favoritos al ganar 4 juegos por 2, la afición bélica nunca olvidará ese jonrón que dio Nelson Barrera en el parque del Seguro Social para definir el encuentro, el cual se lo dio al joven Víctor Álvarez, batazo que le daría a los bélicos su pase a la siguiente ronda.
El rival en curso era otro favorito en ese año y en cada año, hablamos de otro equipo con mucha historia, eran los “Fantasmas grises”, los Sultanes de Monterrey, quienes venían de ganarle por barrida 4-0 a los Leones de Yucatán; el camino para los bélicos era muy difícil más no imposible; el equipo del “Almirante” se quedaba con la serie al ganar en 7 trepidantes juegos a los Sultanes y así poder avanzar a su primera final en el beisbol veraniego.
Cabe mencionar que, al iniciar la serie, el “Almirante” fue hospitalizado e intervenido quirúrgicamente por cálculos en el riñón, fue operado con éxito y sin tener los días de descanso que recomendaba el doctor, Nelson nunca dejó al equipo bélico y continuó en la post temporada, lo que inspiró al manager-jugador, jugadores y toda la verde Antequera.
La primer gran final para los bélicos llegaba de manera sorpresiva frente a los Acereros de Monclova, quienes de igual forma se mantenía en su gran momento al vencer a los Langosteros de Cancún y Tigres Capitalinos; la serie final de 1998 comenzaba en el parque “Monclova”; el duelo de managers era épico entre Aurelio Rodríguez y Nelson Barrera.
Guerreros todos los play offs inicia las serie como visitante y la serie Final no iba a ser la excepción, pero a pesar de eso, el equipo bélico nunca se vio inferior y tomó eso como un reto para buscar el objetivo; Oaxaca terminaba ganando los dos primeros juegos en patio ajeno para regresar al estadio “Eduardo Vasconcelos” y buscar dos encuentros para así coronarse con su gente; y el camino pintaba bien para los oaxaqueños, Guerreros terminaba por ganar 6 carreras por 1 el tercero de la serie y buscaba uno para el campeonato.
El cuarto juego llegaba un 3 de septiembre de 1998, y no inicio de la mejor forma para los locales, permitiendo 4 carreras en la misma primera entrada, pero los bélicos vinieron de atrás en el encuentro y empatados 5-5 en la baja de la novena entrada.
Fabian López conectó imparable, Héctor “El venado” Álvarez tocaba la bola para sacrificarse, entra como corredor emergente Felipe Durán y el bateador zurdo Ramón Esquer, conecta imparable que rompe el diamante en dos para llevar a Durán al plato y así poder anotar la carrera de la victoria y del primer campeonato de los bélicos en la LMB.
El estadio “Eduardo Vasconcelos” y toda la ciudad, era la locura en ese momento, pues por primera vez y en 3 años, veían a su equipo campeón.
Han pasado estos 25 años y Guerreros ha peleado año tras año para poder regresar esa alegría a una afición que nunca ha dejado sólo a este equipo.
@salazarfranco