Cuando Anthony Rizzo ingresó a la liga, era un joven prospecto brillante con mucho potencial. Luego, a la mitad de su temporada de novato, el joven de 18 años recibió un diagnóstico de cáncer. Afortunadamente, Rizzo contó con un gran apoyo en su batalla por la salud. El primera base tuvo una carrera exitosa con los Cachorros e incluso llevó a Chicago a ganar la Serie Mundial en 2016.
Los Medias Rojas reclutaron a Rizzo en 2007. A los 18 años, Rizzo tuvo un impacto inmediato en las ligas menores y puso su mirada en una aparición en las Grandes Ligas. El futuro parecía prometedor para el joven prospecto. Sin embargo, durante un viaje por carretera, Rizzo se dio cuenta de que algo andaba mal y buscó atención médica. No sabía que las noticias que recibiría cambiarían su vida por completo.
Con solo 18 años, Rizzo tenía linfoma de Hodgkin, una forma rara de cáncer que ataca los ganglios linfáticos. Según ESPN, cuando Theo Epstein, el gerente general de los Red Sox en ese momento, escuchó la noticia, invitó a Rizzo a Fenway Park. Epstein estaba preocupado por Rizzo y le ofreció apoyo a él y a su familia.
También le presentó al primera base a Jon Lester, un lanzador de los Medias Rojas en ese momento, que era un sobreviviente del linfoma de Hodgkin. Lester fue una gran fuente de inspiración para Rizzo mientras se ocupa de sus necesidades de salud.
Rizzo se sometió a seis agotadores meses de quimioterapia. Y las buenas noticias finalmente llegaron en septiembre de 2008 cuando la madre de Rizzo recibió una llamada telefónica sobre la remisión de su hijo. El tratamiento de Rizzo fue exitoso y pudo continuar su carrera en la MLB. Él le da crédito tanto a su familia como a la organización de los Medias Rojas por ayudarlo durante el momento difícil. Epstein y la organización de los Medias Rojas lo trataron como a una familia.
En 2012, Rizzo fundó la Fundación de la Familia Anthony Rizzo. Su fundación recauda dinero para la atención e investigación del cáncer pediátrico, con énfasis en ayudar financieramente a las familias con los costos médicos. La fundación de Rizzo cree firmemente que toda la familia lucha contra el cáncer en conjunto, no solo individualmente. El amor y apoyo que recibió de su familia y de la organización de los Medias Rojas es lo que motiva su fundación.
La madre de Rizzo dirige la fundación. Realizan eventos de recaudación de fondos durante todo el año, como Walk-Off y Cook-Off for Cancer. La perspectiva de Rizzo sobre la vida cambió para siempre con su diagnóstico de cáncer. No da nada por sentado. Lo más importante es que sabe que puede confiar en su familia en un momento de lucha.