Las historias que se tejen con 108 costuras son simplemente mágicas y no solo ocurren sobre el diamante, muchas veces suceden en la intimidad de un dugout y gracias a la tecnología y a la gran cobertura que tiene y merece el Clásico de Otoño , de las Grandes Ligas podemos conocerlas y, de alguna manera, vivirlas.
En el juego 3 de la Serie Mundial el manager de los Diamondbacks de Arizona: Torey Lovullo y el joven lanzador Brandon Pffadt protagonizaron una escena más que emotiva y especial, al término de la labor de Pffadt.
El lanzador forjado en la Trinity High School and Bellarmine University, lanzó por espacio de 5.1 IP, en los que permitió 3 carreras, ponchó a 4 rivales y lanzó 87 pitcheos.
Visiblemente triste, Paffdt entró al dugout tras su salida de la lomita y de inmediato su manager, Lovullo, se acercó y en pleno juego 3 se tomó el tiempo necesario para hablar frente a frente a su joven lanzador, quien con tan solo 25 años se midió ante un veterano futuro salón de la fama: Max Scherzer.
Cierto es que, si la ofensiva de Arizona no responde, Pffadt cargará con la derrota del juego 3, pero también es cierto que tiene talento para buscar una revancha y son precisamente momentos así los que forjan un carácter y de la mano de líderes como Lovullo, estamos seguros que Pffadt será un apellido reconocido por todos en el mejor béisbol del mundo.